domingo, 18 de enero de 2009

La Wiphala



José Diez de Medina*
La Wiphala, ese estandarte multicolor, cuadriculado y ajedrezado, es
originario de España. Su creación data alrededor del año 1530, cuando fue
utilizado por los tercios españoles de Carlos I, vale decir, los
regimientos de Infantería del Rey de España, contra Flandes y Holanda.
El estandarte de los tercios españoles recorrió parte de Europa como un
emblema de la orgullosa España Católica del siglo XVI, los tercios con
Carlos I (a su vez Carlos V, Emperador de occidente), y ocuparon la mayor
parte del continente conquistando Alemania, Italia y los Países Bajos.
Es posible, y más probable, que este estandarte haya llegado a la América
con los pacificadores españoles enviados por la Corona, para dirimir
posibles rencillas y luchas entre los conquistadores. Al Perú fue enviado
el religioso don Pedro de La Gasca con contados tercios que participaron
en la lucha entre los pizarros, que culminó con la ejecución de Gonzalo
Pizarro y Francisco de Carvajal.
Se trataba de un símbolo de los aguerridos españoles, cuyos tercios habían
luchado, conquistando y arremetiendo contra toda la Europa; manteniendo la
hegemonía política y religiosa bajo la férrea mano española.
Fue la época en que "no se ponía el sol en los dominios de España", y
cuando este emblema de Carlos I o Carlos V Emperador significó el poderío
español en el mundo.
El emblema tuvo muchos homenajes, debido al reconocido valor de los
tercios, tales como escritos, pinturas, etc.
El Museo del Prado en Madrid conserva una pintura que data del siglo XVI,
en la que un arcabucero empuña en una mano la bandera ajedrezada y en la
otra el arcabuz.
Existen varias hipótesis sobre cómo y por qué se creó la bandera
ajedrezada. Una de ellas sostiene que en las tantas batallas, luchas y
confrontaciones era un signo de triunfo destruir la bandera que enarbolaba
cualquiera de las partes contrincantes, siendo naturalmente atacada ésta,
e igualmente defendida, con lanzas, sables y espadas. Por ello la singular
bandera, vale decir el emblema, por sus características, no podía ser
total ni parcialmente destruida, de tal manera que, una vez cortada o
dañada por el ataque de los contrarios, debía ser reparada. Su diseño
permitía el costurado y parchado de las partes dañadas, formándose así el
ajedrezado final.
Los tercios españoles fueron admirados en toda Europa por su bravura,
llegando esta admiración hasta las tierras de América. En el Alto Perú,
alrededor del siglo XVII, un pintor llamado el "Maestro de Calamarca" fue
autor de una serie de 27 ángeles, representando en diez de ellos una
compañía de infantería española con atuendo militar, cada uno lleva un
arma, arcabuz o lanza. Allí el ángel abanderado "Gabriel Dei" porta una
bandera ajedrezada. El nombre de "Wiphala" seguramente fue adoptado para
el emblema, cuando fue encontrado, durante la conquista, en más de una de
las batallas libradas entre los conquistadores y los ejércitos del
incario.
Así la Wiphala, hoy, es usada como un emblema nativo.
José Diez de Medina*
*Past Presidente Sociedad Bolivariana de Bolivia

sábado, 17 de enero de 2009

Evolución